Revisión y diagnóstico de fallas mecánicas.
Cambio de aceite, filtros, frenos y otros componentes de desgaste.
Reparación o sustitución de piezas del motor, transmisión, suspensión, etc.
Mantenimiento preventivo para asegurar el buen funcionamiento del vehículo.
Uso de herramientas manuales, eléctricas y equipos de diagnóstico.