Asistencia en actividades diarias como vestirse, aseo personal y alimentación.
Acompañamiento y supervisión en el hogar para garantizar su bienestar.
Administración de medicamentos según indicaciones médicas.
Apoyo en la movilización dentro y fuera del hogar.
Organización de actividades recreativas para estimular su bienestar emocional.
Preparación de alimentos según necesidades específicas.
Apoyo en tareas ligeras del hogar relacionadas con el bienestar del adulto mayor.
Apoyo en la higiene personal y cambios posturales.
Supervisión y asistencia en la ingesta de alimentos y líquidos.
Administración de medicamentos bajo indicación médica.
Control de signos vitales básicos (según capacitación del cuidador).
Asistencia en terapias físicas o ejercicios recomendados.
Acompañamiento emocional y estimulación cognitiva.
Apoyo en la movilización dentro del hogar y traslados a citas médicas.