1. Preparación de ingredientes:
Lavar, pelar, picar y medir ingredientes para los platos del menú.
Controlar la frescura y calidad de los productos.
2. Elaboración de platos:
Cocinar recetas tradicionales de la cocina española siguiendo los estándares del restaurante.
Emplatar de forma atractiva y coherente con la identidad del lugar.
3. Apoyo en la creación del menú:
Colaborar en la mejora o ajuste de recetas.
Aportar ideas frescas con base en la tradición gastronómica española.
4. Control de inventario:
Ayudar a llevar un registro de los ingredientes disponibles.
Informar sobre escasez o desperdicio de productos.
5. Mantenimiento de la limpieza y seguridad:
Mantener su estación de trabajo limpia y organizada.
Cumplir con las normativas de higiene y manipulación de alimentos.
6. Trabajo en equipo:
Colaborar con otros cocineros y personal de cocina.
Seguir instrucciones del chef principal o sous-chef.
7. Atención al detalle:
Verificar la calidad de cada plato antes de ser servido.
Ajustar sabores y presentaciones según sea necesario.
8. Adaptación y aprendizaje continuo:
Estar abierto a recibir formación en técnicas de cocina española.
Asimilar rápidamente la dinámica y los estándares del restaurante.
9. Gestión del tiempo:
Cumplir con los tiempos de preparación establecidos.
Mantener la eficiencia incluso durante los servicios con alto volumen de comensales.
10. Participación en eventos especiales o menús temáticos:
Apoyar en la preparación de cenas especiales, ferias gastronómicas u otros eventos del restaurante.