Conducción:
Manejar el vehículo de manera segura y eficiente, siguiendo las normas de tránsito y las instrucciones del cliente o superior.
Planificación de rutas:
Seleccionar la ruta más adecuada para el transporte de pasajeros o mercancías, teniendo en cuenta factores como el tráfico, la seguridad y la distancia.
Mantenimiento del vehículo:
Realizar inspecciones regulares del vehículo para detectar posibles problemas, realizar mantenimiento básico (cambio de aceite, revisión de luces, etc.) y reportar cualquier avería a los técnicos.
Gestión de documentación:
Mantener al día la documentación del vehículo (permisos, seguros, etc.) y la documentación relacionada con el transporte (bolsas de carga, facturas, etc.).
Atención al cliente:
En el caso de conductores de pasajeros, brindar un servicio amable y eficiente, respondiendo a las necesidades de los clientes.
Seguridad:
Asegurarse de que el vehículo y la carga estén seguros, y de que se siguen las normas de seguridad vial.