Registro de transacciones: Registrar las transacciones financieras diarias en los libros contables, como el libro diario y el mayor. Esto implica ingresar datos sobre ingresos, gastos, activos, pasivos y patrimonio neto de la empresa.
Verificación de documentación: Asegurarse de que todas las transacciones estén respaldadas por documentación adecuada, como facturas, recibos, órdenes de compra y otros registros financieros.
Conciliación bancaria: Comparar los registros financieros de la empresa con los estados de cuenta bancarios para garantizar que los saldos concuerden y para identificar cualquier discrepancia.
Registro de activos fijos: Mantener un registro de los activos fijos de la empresa, como edificios, equipos y vehículos, y registrar la depreciación de estos activos según corresponda.