Realizar visitas presenciales a clientes potenciales, siguiendo una ruta o zona asignada por la empresa.
Ofrecer productos o servicios de forma directa, utilizando argumentación comercial persuasiva y enfocada en las necesidades del cliente.
Identificar oportunidades de venta, explicando promociones, planes, precios y beneficios.
Gestionar el cierre de ventas y, en algunos casos, recolectar documentación o datos para procesos de activación, portabilidad o instalación.
Cumplir con metas comerciales diarias, semanales o mensuales establecidas por el área de ventas.
Reportar la gestión diaria a través de formatos físicos o sistemas digitales (apps, CRM, hojas de ruta, etc.).
Brindar un excelente servicio al cliente, representando de manera positiva la imagen de la empresa.
Levantar información del mercado o la competencia, si es solicitado.
Participar en capacitaciones continuas, para mejorar el desempeño comercial y actualizar conocimientos del portafolio.
Aplicar protocolos de seguridad personal y comportamiento ético durante sus recorridos.