El profesional encargado, debe gestionar y supervisar el correcto funcionamiento de la copropiedad, actuando en nombre y por cuenta de la comunidad de propietarios. Sus funciones son diversas y de gran responsabilidad, ya que se encargara de mantener el orden, la convivencia y la eficiencia en la administración del inmueble.
Gestión Administrativa: El administrador delegado se debe encargar de la administración de los recursos y la gestión de las cuentas del edificio o conjunto residencial. Esto incluye el cobro de cuotas de los propietarios, y la administración de los fondos comunes. También debe llevar un registro detallado de los gastos e ingresos y preparar informes periódicos.
Mantenimiento de las Áreas Comunes: Es responsable de coordinar el mantenimiento y las reparaciones de las áreas comunes, como pasillos, ascensores, jardines, piscinas, entre otros. Esto incluye la contratación de personal y proveedores para servicios de limpieza, jardinería, seguridad, y reparaciones, asegurando que se realicen de manera oportuna y con calidad.
Cumplimiento de Normas y Reglamentos: Debe velar por que todos los propietarios y residentes cumplan con las normas establecidas en el reglamento de la propiedad horizontal. Esto incluye el respeto por horarios de uso de áreas comunes, la prevención de molestias a los vecinos, y el seguimiento de las políticas de convivencia.
Convocatoria y Dirección de Juntas de Propietarios: Se encarga de convocar y organizar las juntas de propietarios, asegurándose de que todos los miembros de la comunidad sean debidamente informados sobre las reuniones. También asiste en la preparación de los puntos a tratar y en la redacción de actas con los acuerdos tomados durante las reuniones.
Resolución de Conflictos: El administrador delegado juega un papel clave en la resolución de conflictos entre los propietarios o residentes. Debe actuar como mediador, buscando soluciones equitativas que favorezcan la convivencia armoniosa dentro de la comunidad.
Comunicación con los Propietarios: Debe mantener una comunicación fluida con todos los propietarios, asegurándose de que reciban la información relevante acerca de la comunidad, las decisiones tomadas en las juntas, y cualquier asunto importante relacionado con el inmueble.
En resumen, el administrador delegado es el encargado de garantizar que la comunidad funcione de manera ordenada, eficiente y conforme a las leyes y normativas aplicables, siendo un puente entre los propietarios, la administración y los proveedores de servicios.