¿Quién soy yo? Soy Beisbol de Colombia S.A.S.
Mi historia comenzó hace más de Ocho décadas, en las calles vibrantes de Barranquilla en 1938, cuando un hombre visionario, Darío Corredor, decidió transformar una pequeña fábrica de betunes en un sueño que aún hoy sigue creciendo. Nací con humildad, con las manos manchadas de trabajo honesto y el corazón lleno de propósito. Mi primer nombre fue XXX y posteriormente Centinela, pero con el tiempo me convertí en lo que soy hoy: Beisbol, una marca que no solo limpia hogares, sino que también deja huella en la historia empresarial de Colombia.
Con el paso del tiempo, y enfrentando los desafíos del transporte y la distribución, me expandí hacia el interior del país. Pereira fue mi siguiente hogar en 1946, y más adelante el 04 de octubre de 1968 de la mano Jaime corredor, Palmira se convirtió en el corazón desde donde hoy late mi esencia. Allí, en la Calle 42 #34B-10, he echado raíces profundas, construyendo no solo una empresa, sino una comunidad.
He cambiado de forma jurídica, de socios, de estrategias… pero nunca de esencia. En 1985, me transformé en una Sociedad Comandita por Acciones, y más adelante, en la Sociedad por Acciones Simplificada que soy hoy. Cada transformación ha sido un paso hacia la consolidación de un legado familiar, de una visión que ha resistido el paso del tiempo y la presión de los grandes competidores internacionales.
he caminado junto a las familias colombianas, adaptándome a los tiempos, innovando sin perder mis raíces. Cada fórmula que desarrollo, cada producto que entrego —ceras, betunes, limpiadores, desinfectantes, ambientadores— lleva impreso el compromiso con la calidad, la sostenibilidad y el respeto por quienes creen en mí.
He enfrentado gigantes. Marcas extranjeras con presupuestos inmensos y estrategias agresivas, en enfrentado el calor abrazador del Fuego. Pero no me he rendido. He resistido, he innovado, y he demostrado que en Colombia también se puede competir con calidad